Conclusion: cobrarán una y perderán un cliente fiel después de cuatro años de confianza...perdemos ambos. Saludos
Dejad que en este hipotético caso que ha planteado Eljuano haga de abogado del diablo.
Como sabes que el alternador funcionaba perfectamente cuando dejaste el coche en el taller? Quiero decir, como se mide la cantidad de vida útil que le queda a una pieza sujeta al desgaste y bajo que condiciones y en que momento debe romperse?
El alternador se ha roto por estar un mes parado en el taller mientras le arreglaban el bollo o entendemos que lo han roto ellos? Si se trata de esto último, lo han hecho de forma involuntaria o a propósito?
Por edad y kilometraje del coche pudiera ser que el alternador estuviese ya "viejo" y por lo tanto en condiciones de romperse por desgaste?
Ahora ya mi humilde opinión:
Personalmente no creo que en el taller de chapa rompan deliberadamente (o negligentemente) un alternador de un coche. La reparación de chapa nada tiene que ver con la parte mecánica y dicha Reparación tampoco lleva aparejada un uso del coche lo suficientemente intenso como para causar la avería del alternador por exigencia mecánica.
Pienso que, aunque es una verdadera faena, la rotura del alternador no tiene que ver ni está relacionada con la reparación de chapa (al menos en teoría no debería estarlo) y simplemente se trata de una fatal casualidad de las que hace gala la Ley de Murphy.
La ley de garantías, como bien has dicho, cubre la reparación pero no las averías no relacionadas con ellas que se produzcan una vez retirado el vehículo del taller. Al fin y al cabo, igual que tu dices que el alternador funcionaba perfectamente cuando lo dejaste en el taller, ellos pueden decir lo mismo de cuando recogiste el coche. Aunque l alternador petase un rato después...
Con esto no quiero ponerme de parte del taller ni mucho menos, creo que las cosas se arreglan dialogando y ante la duda o el desencanto del cliente, y atendiendo a las circunstancias en que se han producido los hechos, el taller oficial debería atender con un talante diferente la reclamación que, como cliente, has presentado.