Pues no sé yo...que se alabeen los discos de freno por exceso de temperatura sí es cierto, pero que lo hagan por choque térmico lo veo menos factible y un poco animal mitológico de seos que sirven para cobrarnos de más en los talleres.
Ten en cuenta que para provocar un choque térmico en condiciones los discos deberían haber llegado al momento del lavado a temperatura tal que ya se viesen rojos por la misma...y nuestros discos no solo no acostumbran a trabajar en esas temperaturas sino que antes de ello llegan a hacer "fading" por culpa de los compuestos de las pastillas de freno.
Normalmente, al diseñar un sistema de freno, siempre se busca que haya un "fusible" que salvaguarde el sistema de daños mayores, así al empezar a "avisar" el fusible, nos detendremos por pérdida de eficiencia del sistema, y permitiremos el enfriamiento.
De los elementos del sistema, los menos "peligrosos" de usar como fusible son las pastillas de freno, y también los más baratos, puesto que una pastilla no se deforma permanentemente o si lo hace, al ser elemento de desgaste, con el uso vuelve a la normalidad - como mucho se cristaliza, pero despues de enfriada sigue frenando, aunque montando un escándalo interesante.
Por ello, a no ser que al final de la bajada del puerto notases olor a pastilla quemada o una pérdida de eficiencia del freno, dudo que el disco llegase al lavado a temperatura suficiente como para deformarse por el agua fría. Además, al echarle el chorro encima hubieses montado una guapa, por la nube de vapor que hubieses generado al rociar un disco tan caliente y evaporarse el agua. Vamos, te das cuenta.
Otra cosa es si el alabeo está provocado por otros elementos (pinza clavada, rozamiento constante, etc...) que conducen sí o sí a una temperatura de disco muy alta y deformación. Pero lo hubieses notado antes y después del lavado, como una vibración constante en el pedal de freno, la suspensión, la dirección y el coche en general.
No sé si lo miraste de cerca antes del cambio o no, pero yo me hubiese inclinado más por lo que dicen más arriba los compañeros, discos cuarteados o "comidos", o directamente defecto de fabricación, que también se da en metalurgia.